lunes, 12 de mayo de 2008

SALARIO MÁXIMO Y MÍNIMO

SALARIO MÁXIMO Y MÍNIMO.

Allá por los años 50 al 60 del pasado siglo XX, había una revista es España, que se llamaba “La Codorniz”. Revista muy atrevida, jocosa y tremenda, desde el momento en que aparece en los quioscos. Su director, Álvaro de Laiglesia, fue un humorista famoso en su época y aun hoy es considerado como de los mejores del pasado siglo.

Como novelista escribió mas de 40 o 50, todas ellas muy leídas y muchas veces editadas y reeditadas. Por no hacer este escrito muy extenso solamente citaré 3 o 4, y con sus títulos ya nos haremos la idea de su contenido. “Los que se fueron a la porra,” “Todos los ombligos son redondos,” “Dios te ampare, imbécil.” “En el Cielo no hay almejas”

Su labor literaria como novelista es bastante extensa, pero al hablar del él, lo hago con el fin de comentar algo sobre la revista, que dirigió bastantes años. Sus primeras páginas, sus dibujos de portada, sus chistes, que decía que eran ingenuos, para lectores inteligentes; le valieron serios disgustos e incluso la cárcel en muchas ocasiones. Él sigue con su estilo y recuerdo un artículo que leí en aquellos tiempos, que decía así.

“Menos hablar de salarios mínimos y más hablar de salarios máximos”

Hoy después de 50 años, creo que ese comentario, podía estar vigente y se debiera respetar un poco. Nuestros representantes, en los distintos gobiernos democráticos, no hacen más que hablar del salario mínimo, de la subida que se le hace regularmente. Para ello unos señores elegidos por el pueblo, pagados por el pueblo, y respetados por el pueblo. Se reúnen, discuten acaloradamente y después de horas o muchos días, deciden una subida de un 2 %. Ninguno de ellos percibe este salario, por el contrario sus sueldos (pequeños), se ven aumentados con gratificaciones, por complementos, etc. etc. todos estos aumentos no se saben, ni se publican en la prensa. Lo que sí se sabe es que el mínimo era poco y ahora burlándose del IPC, sigue siendo ridículo.

En un viaje a un país europeo, nos hablaba la guía, que por cierto era española, de los salarios en ese lugar, y la diferencia entre el mínimo y el máximo era muy sencilla. El mínimo multiplicado por cuatro y daba como resultado el máximo. Que venía a ser lo que al final de mes se llevaban a sus casas los representantes legales del pueblo.

Podría citar muchas cosas, pero simplemente recordaré, por hablar de lo que pasa en esta bendita España. Un amigo mío, cuando yo leía “La Codorniz,” habiendo hecho unos estudios similares a los míos, su sueldo era un 30 % menor que el mío. Yo percibía mi sueldo y él, si horas, sin trabajos extras, solamente unas cuantas gabelas se llevaba a su casa a fin de mes 5 o 6 veces más dinero que yo.

Estos son los sueldos o mejor dicho no los sueldos, que muchas veces no son grandes, pero al sumar y sumar y volver a sumar, dan lugar a totales muy interesantes. Y estos totales no se publican, ni los comenta la prensa.

Con las pensiones ocurre otro tanto, aquí si que hay una mínima (ridícula) que sigue estando por debajo del salario mínimo. Y efectivamente una máxima. Pero ahora viene también el truco, cuantas se ven reforzadas, con ayudas por pertenecer, su titular (jubilado) a un Consejo de Administración, por haber trabajado en distintos estamentos, por tener varias pensiones (la S.S. no concede mas que una), porque la empresa tiene muchos beneficios y tiene que invertir en algo, por haber tenido un contrato blindado o cerrado. etc etc.

Se da también el caso paradójico, que después de un trabajador, con un montón de años de trabajo, haber cotizado todos ellos y corresponderle legalmente la máxima. Se pasa de ella. Y como es pensión, se le quita la cantidad con la que se pasaba. Es decir que cobra menos de lo que le correspondía.

Y no hablemos de algunos deportistas, de quien ha cobrado en moneda extranjera, libre de impuestos y al final para que pueda vivir se le dé un cargo de renta vitalicia.

Señores, no queremos señalar a nadie, pero mientras haya personas cobrando millones de pesetas diarias, no es lógico, ni justo que un 70 o un 80 %, nos veamos y nos deseemos para llegar a fin de mes.

Por tanto creo que se debe, como decía “La Codorniz” hablar más de los máximos, reduciéndolos un poco, bastante y subir los mínimos a cantidades acordes con los precios actuales y con la subida real del IPC.

CBNM.-

¿ POR QUÉ?... ¿POR QUÉ?...

Cuantas veces me he preguntado, ¿por qué?... ¿por qué?... viendo que la misma pregunta me la han hecho infinidad de compañeros, amigos y otros profesionales y no he encontrando solución a la misma, me he propuesto enviarla a la revista “ EL ECO DE LOS MAYORES,” a ver si al leerla, entre todos encontramos la solución o nos enteramos del ¿por qué?.

Hace una temporada unos amigos mayores que yo, hablando de los temas que nos afectan, a los pensionistas, comentábamos, el importe de las pensiones, las subidas, el IPC, y un sin fin de cosas, la carestía de la vida, como nuestros ingresos, que en su día parecían algo regular y que con el tiempo, en vez de crecer; con el famoso 2 % iba menguando. A esto un compañero, con buen humor, apuntó, que estábamos como la Luna, en cuarto menguante y pronto vendría el eclipse total.

La conversación sigue, y se habla de temas más escabrosos, de los hospitales, de los médicos y sobre todo del importe de las medicinas.

Aquí pasó, como en la política, en el fútbol o en otras muchas cosas de la vida. Los que han tenido Seguridad Social, los que han tenido compañías privadas. (Adeslas, Asisa, Sanitas, etc.), los que pueden ir directamente a los Hospitales de Albacete, Hellín, Almansa, Villarrobledo y los que no pueden ir a los hospitales, ni antes ni después de jubilado. Cada uno cuenta lo que le ha ocurrido, cosas buenas del hospital, otros ponderan los servicios, otros tiran por tierra a los profesionales y hay que decir en honor a la verdad, que la mayoría critica los tiempos de espera y el papeleo, después ensalzan los servicios y en general a la Sanidad en Castilla la Mancha y en la provincia de Albacete.

Pero amigos llegamos a las medicinas. Un grupo muy numeroso, no paga absolutamente nada. Son los jubilados en la Seguridad Social y otro grupo menos numeroso, entre los que yo me encuentro, con 43 años de servicio al Estado, que pago exactamente igual que cuando estaba en activo.

Señores políticos, especialmente, los altos cargos y con responsabilidad, yo me pregunto ¿por qué?... Este grupo que como ya pueden suponer son todos de la Administración Pública y que estamos oyendo a los que estaban antes y a los que están ahora gobernando, decir “ que todos los españoles tenemos constitucionalmente los mismos derechos” vuelvo a preguntarles.

¿ Por qué no se corrigen estas diferencias? Podemos asegurar, que hay jubilados, que no pagan los medicamentos y muchos que los tenemos que pagar. Precisamente en los momentos de nuestra vida, de menos ingresos y más enfermedades.

El comentario de casi todos, era que la mayoría aseguraba, haber pasado los 30 o 35 años primeros de nuestra vida laboral, sin gastar un céntimo en medicinas y ahora, cuando las necesitamos, tenemos que seguir pagándolas, después de habernos dedicado a trabajar para y por el bienestar de los españoles. ¿ Esto es justo, es correcto o no lo es?. Y si no lo es ¿Por qué no se corrige?

Quisiera con estas pobres palabras, recogidas en una pequeña tertulia de amigos, que cuantos jubilados se encuentren en esta situación y lo crean conveniente, a ser posible, nos uniéramos y dirigiéramos nuestras quejas a quien corresponda y no tener seguir diciendo, después de muchos años de trabajo, “unos pagan los medicamentos y otros no”

¿POR QUÉ?...

CBNM.-